Sarcófago de la Orestíada (MAN)

Parte frontal del llamado «Sarcófago de la Orestíada»

Museo Arqueológico Nacional.

Mármol. Mediados del Siglo II. Husillos (Palencia).

«Un mito extraído de la tragedia griega, la venganza de Orestes, decora este sarcófago importado desde Roma. Sus relieves narran la muerte de Clitemnestra y del traidor Egisto, asesinos de su padre Agamenón, la llegada del héroe a Delfos acosado por las Furias, y al tribunal ateniense del Aerópago, donde el voto de Atenea decidirá su absolución. La elección del tema es ostentación de la cultura del difunto, signo de prestigio y autoridad«.

(Según la información del propio museo).

Real Monasterio de Santo Tomás (Ávila)

Nave central

Nave Central. Real Monasterio de Santo Tomás (Ávila):

De estilo Reyes Católicos, el monasterio de Santo Tomás es una de las joyas de Ávila. Es un monasterio de gran tamaño, llegando a tener hasta tres claustros diferentes.

La nave principal tiene unas medidas de 53 metros de largo por 10,50 de ancho y el crucero mide 28,80 metros de largo por 10,30 de ancho. Es pues una joya de la arquitectura flamígera. El crucero, delimitado por cuatro columnas, semejando ramas de palmera, forma un joyero para el sepulcro del Infante Don Juan.

(…)

El retablo mayor, realizado por Pedro Berruguete (1440-1504), es la obra más importante de la iglesia junto con el sepulcro del Infante Don Juan. Es una de las joyas de Pedro Berruguete, que realizó también una parte del retablo mayor de la catedral de Ávila. Fue empezado en 1494, un año después del final de la construcción del monasterio.

Diecinueve pinturas están colocadas en esta magnífica obra de estilo gótico de 21 metros de alto. El retablo está estructurado en tres partes, que contienen cinco grandes tablas relativas a diversos episodios de la vida de Santo Tomás de Aquino.

En la predela podemos ver de izquierda a derecha: San EstebanSan AgustínSan Juan evangelistaSan MateoSan Jerónimo y San Sebastián

Crucero

La batalla de Lepanto, según los franceses (Basílica de Nuestra Señora de Fourvière de Lyon)

Mosaico que describe la Batalla de Lepanto en la basílica de Nuestra Señora de la Fourvière.

Lo pongo porque me parece absolutamente deliciosa la forma en la que cuentan la batalla. A continuación, la foto y luego pongo la traducción:

Explicación en la Basílica de la batalla de Lepanto

Traducción:

«Este mosaico evoca la poderosa intercesión de la Virgen María en favor de la paz con ocasión de un episodio de las luchas que enfrentaban al Occidente cristiano con el Imperio otomano en el siglo XVI: el 7 de octubre de 1571 un combate naval decisivo tiene lugar entre los dos adversarios. Consciente de lo que estaba en juego, el Papa Pío V exhorta a los cristianos a rezar a la Virgen María para evitar la usurpación y conservar la paz. La procesión de las Hermandades del Rosario en Roma respondió con fervor a la llamada del Santo Padre: las fuerzas otomanas fueron vencidas en Lepanto; se contribuye a la victoria con la intercesión de la Virgen.

El mosaico evoca la victoria, donde vemos al Papa, acompañado de los cardenales, llamando a la oración e invocando al Señor con el rosario en la mano (abajo a la izquierda).

En reconocimiento, el Papa instituye la fiesta de Nuestra Señora de la Victoria en 1572; el año posterior se la denomina Nuestra Señora del Rosario, porque es por la oración al Rosario por lo que se habían dirigido a Dios para pedir su amparo. Esta fiesta de Nuestra Señora del Rosario se celebra cada 7 de octubre en la Iglesia.

No nos sorprenderá esta imagen en la Basílica porque ésta ha nacido de las oraciones de los lioneses, enfrentados al riesgo de usurpación de la ciudad por los ejércitos prusianos en 1870.

En esta ocasión, de nuevo se realizó una oración para salvaguardar la paz y se construyó la Basílica en reconocimiento a María por su intercesión.

(Lo demás es simplemente una explicación del Rosario y que se reza por los cristianos para obtener la intercesión de la Virgen por múltiples razones).

Pues bien, como podemos observar, no se menciona que Francia no tomó parte en la batalla, ya que los cristianos estaban formados por España, la República de Venecia, los Estados Pontificios, Génova, Saboya y la Orden de Malta. Francia no estaba interesada en participar porque Turquía era aliada frente a España, que era su mayor enemigo del momento y, de hecho, el rey llegó a ceder Toulon al pirata Barbarroja.

De hecho, la única forma que tenemos de saber que España participó, según el mosaico, es por la bandera del Imperio (el águila bicéfala) que ni siquiera era ya pertinente porque Carlos I de España y V de Alemania había abdicado en 1555-1556 y había fallecido en 1558 y, por tanto, en 1571 era su hijo, Felipe II el rey de España, quien nunca fue Emperador de Alemania.

Así que no nos puede extrañar que, al narrar la victoria de Lepanto, no pudiendo razonar por qué no estuvieron allí apoyando al «Occidente cristiano«, no digan absolutamente nada sobre su ausencia en dicha batalla y se limiten a hablar de que se ganó por la intercesión de la Virgen.

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