Monasterio de la Cartuja (Granada): Sagrario – Tabernáculo

Monasterio de la Cartuja, Sagrario – Tabernáculo, Vista General

Quizás es la estancia más espectacular del convento. Como puede verse, la riqueza de los materiales (mármoles de distintos colores, dorados exuberantes, esculturas en movimiento, pinturas, doseles, cortinajes, columnas salomónicas etc.) obligan a contemplar maravillados la escena. No hay un sólo espacio sin cubrir: el «horror vacui» está muy presente, manteniendo la atención del espectador y obligándole a subir la vista hacia el techo. Es obra de Francisco Hurtado Izquierdo, según la propia información del Monasterio.

Monasterio de la Cartuja. Sagrario – Tabernáculo. Bóveda.

La bóveda, pintada al fresco con el título de «La Jerusalén Celestial«, muestra en el centro, a la Santísima Trinidad (Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo) bajo la que se presentan, en círculo, una serie de querubines, que rodean a San Bruno que porta el mundo sobre el que se muestra una custodia para adoración del Santísimo. Alrededor se disponen distintos Padres de la Iglesia y otros Santos, así como ángeles y la Fe (la mujer con los ojos vendados que sujeta un cáliz) a los pies de todo que da fuerza al fundador para realizar su titánica misión.

Monasterio de la Cartuja. Sagrario – Tabernáculo. San José.

En cada una de las esquinas se disponen distintos santos. Comenzando por San José, estatua realizada por José Risueño, se trata de una imagen del santo joven, alejado de los modelos más antiguos que lo pintaban como alguien anciano y que se incorpora al ser este santo símbolo del silencio por no recogerse ni una palabra suya en los Envangelios. Tiene en brazos a Cristo niño y sobre él, un cortinaje, que se encuentra sujeto por dos putti o ángeles desnudos, realizados por el mismo autor. Como puede observarse, por encima de todo ello, y contrastando con el mármol oscuro de las columnas, se alzan los capiteles en dorado brillante. Se debe hacer notar que las columnas, en su parte inferior y casi hasta su mitad, están realizadas en mármol de dos colores, lo que también contribuye al contraste de colores y al movimiento señalado.

Monasterio de la Cartuja. Sagrario – Tabernáculo. María Magdalena.

Siguiendo con otra de las estatuas, tenemos en otra de las esquinas, a María Magdalena, la pecadora arrepentida, realizada por Pedro Duque Cornejo, con la misma disposición vista en San José, en cuanto al color de las columnas, al cortinaje superior sostenido de nuevo por dos putti o ángeles desnudos (también obra de José Risueño) y el contraste superior entre la oscuridad de la columna y el dorado exhuberante de los capiteles y la parte superior. La iconografía de la Santa es la acostumbrada: se sujeta el corazón en éxtasis con la mano derecha, mientras sostiene un crucifijo con la izquierda y sitúa la calavera en ese mismo lado. El movimiento de los ropajes es evidente, contribuyendo al del conjunto.

Monasterio de la Cartuja. Sagrario – Tabernáculo. Detalle.

Entre las columnas salomónicas en mármol negro y con capiteles dorados, se encuentra el Sagrario, donde se han empleado de nuevo mármoles de distintos tipos y en el que también se utiliza, en las pequeñas columnas que lo rodean, el mismo esquema que en las demás: mármol (en este caso diferente al utilizado en el resto del Sagrario) y capiteles dorados. En el centro del Tabernáculo había una urna de plata y cristal para adorar la Sagrada Forma, robada por las tropas francesas del general Sebastiani que ocuparon Granada entre 1810 y 1812. 

Monasterio de la Cartuja. Sagrario – Tabernáculo. San Bruno.

Continuando con las esculturas que se encuentran en las esquinas, nos encontramos a San Bruno, estatua de José de Mora, con el mismo esquema que ya hemos visto: columnas en mármol de dos colores hasta su mitad, colgadura sujeta por dos putti o ángeles desnudos (realizados por José Risueño) y contraste con los capiteles en dorado brillante en la parte superior. San Bruno, fundador de la Cartuja, se nos muestra con el hábito de la Orden, adorando al crucifijo en éxtasis. Mientras que María Magdalena mira al frente, San Bruno baja la mirada como si no se sintiera digno de mirarlo directamente.

Monasterio de la Cartuja, Sagrario – Tabernáculo. San Juan Bautista.

De nuevo, en la estatua de San Juan Bautista, obra de José Risueño, se nos presenta el mismo esquema ya visto. La estatua, que representa al santo que se retiró al desierto, nos lo muestra joven aún, con el cordero a un lado como precursor de Cristo.

Monasterio de la Cartuja. Sagrario – Tabernáculo. David.

Asimismo, es de señalar la existencia de otras figuras de importancia, como es el rey David, es una de las figuras del Antiguo Testamento que se encuentran a ambos lados del cristal que separa la Iglesia del Monasterio del Sagrario / Tabernáculo.

Monasterio de la Cartuja. Sagrario – Tabernáculo. Vista parcial del lado contiguo a la Iglesia.
Monasterio de la Cartuja de Granada. Sagrario- Tabernáculo. Vista parcial del lado contiguo a la Iglesia.

Como podemos ver, cierra el recinto dicho cristal, con una apertura para que pudieran pasar la Custodia. A través de dicho Cristal, podemos ver la Virgen de la Asunción a la que debe el Monasterio su verdadero nombre (Monasterio de la Cartuja de Nuestra Señora de la Asunción), que ocupa el lugar central del Altar Mayor de la Iglesia del Monasterio, sobre la que ya traté aquí. ASimismo, también publiqué otro sobre el magistral Coro de esta Iglesia.

Por último, quiero mencionar el excelente post del blog Mis Paseos por Granada, con muchísima más información sobre la Cartuja para quién esté interesado.

EN los próximos días lo traduciré a inglés.

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