La historia del edificio comienza en 1555, cuando se funda en Murcia uno de los primeros colegios de la Compañía de Jesús en España, gracias a la ayuda económica y la iniciativa personal de Don Esteban de Almeyda, obispo de la Diócesis de Cartagena entre 1546 y 1563. Es en su honor que el colegio recibió el nombre de San Esteban.
(…) Muy pronto se convertiría en un lugar de referencia para inquietudes no solo religiosas, sino también científicas y humanísticas. Con el paso del tiempo se llegaron a impartir estudios de gramática, filosofía, teología, escolástica moral y escritura. Durante dos siglos se formaron en él la mayor parte de los hombres de letras del Reino de Murcia, como el licenciado Francisco Cascales, o el mismísimo Francisco Salzillo. El Colegio de la Compañía contó también con rectores de gran preparación, como Juan Bautista de Barma o Pedro Doménech, entre otros.
Tras la expulsión de los jesuitas de España en 1767, las dependencias del colegio sirvieron de cuartel a una compañía de Dragones de la Reina. Más tarde, en 1777, se estableció en el edificio la Casa de Misericordia, y ya posteriormente se edificó un anexo como Manicomio Provincial (que hoy día ya no existe).
El antiguo Colegio de San Esteban fue declarado Monumento Nacional en 1931, instalándose posteriormente en él el ya inexistente museo del traje folclórico.
(…) En 1972 se planteó el derribo del inmueble del Colegio dado su calamitoso estado de ruina. En 1984 se decidió convertirlo en la sede de la Presidencia de la Región de Murcia y del Consejo de Gobierno Autonómico. Desde entonces se le conoce como Palacio de San Esteban, habilitándose la iglesia como sala de exposiciones temporales (la conocida Sala de San Esteban), y los antiguos huertos de la Compañía así como el solar donde se situaba el antiguo Manicomio Provincial pasaron a ser el jardín público de San Esteban.
Como señala la propia explicación del monumento, instalada in situ por el Ayuntamiento de la ciudad:
Siglo XVI. Templo del Colegio de los Jesuitas de San Esteban. La portada se construye entre 1557 y 1570 y responde al esquema de “arco del triunfo”, sobre el que se instalan a finales del siglo XVII las esculturas de San Ignacio y San Francisco Javier. En el interior se conserva el sepulcro del Obispo Esteban de Almeyda.
Es la sede procesional de la Cofradía del Santísimo del Obispo de la Misericordia, que desfila en la tarde del Viernes Santo.
La leyenda que aparece en la puerta es:
In Nomine Iesu omne genu flectatur.
Que significa: “Ante el nombre de Jesús, toda rodilla debe doblarse”.
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