La Plaza de Oriente es uno de los sitios que no pueden dejarse de visitar cuando se hace turismo cultural en Madrid. En el blog ya he tratado otros dos monumentos que también están en esta plaza: el Palacio Real (1, 2, 3), situado al oeste (es decir, queda a nuestra espalda si tenemos la anterior vista delante) y el Convento de la Encarnación (queda al norte de la plaza). En esta entrada nos vamos a centrar en el Teatro Real, dejando tanto las estatuas de los Reyes de España como la Estatua Ecuestre de Felipe IV para entradas posteriores, si bien sí vamos mencionar la disposición e historia de la Plaza:
La Plaza de Oriente es una plaza del centro histórico de Madrid, España. De forma rectangular y carácter monumental, fue diseñada en 1844 por Narciso Pascual y Colomer. La plaza fue impulsada por el rey José I, que ordenó la demolición de las casas medievales del lugar.
«Esta plaza fue creada por orden de José I, Rey Plazuelas, en 1809, tras el derribo de varios edificios pertenecientes al Palacio Real. Fue diseñada por el arquitecto Narciso Pascual y Colomer».
Placa en la Plaza de Oriente
Esta inscripción, grabada en el suelo a la entrada de la Plaza de Oriente, en la calle Lepanto, cuenta los orígenes de uno de los lugares con más encanto de Madrid, donde la vida parece detenerse y las esculturas hablan en voz baja de la historia de España.
El arquitecto que diseñó el Palacio Real, Giovanni Battista Sacchetti, ya había proyectado un jardín para el lugar en el siglo XVIII, pero no fue hasta el reinado de José Bonaparte cuando se produjeron las primeras demoliciones.
El Rey Plazuelas fue uno de los apodos que recibió el hermano de Napoleón por su afición a derribar edificios para crear plazas de estilo parisino (un apodo quizás no tan popular como Pepe Botella -Pepe es una forma abreviada de su nombre de pila y botella hace referencia a las botellas a las que el Rey era supuestamente aficionado).
En la foto anterior, tenemos la vista con el Teatro Real a nuestra espalda y el Palacio Real al fondo.
El Teatro Real tiene dos entradas, siendo la primera la que da a la Plaza de Oriente que vemos en esta foto de noche:
El Teatro Real de Madrid, diseñado por el arquitecto Antonio López Aguado durante el reinado de Isabel II, fue inaugurado en 1850. Situado a un paso de la Puerta del Sol, el edificio fue uno de los principales teatros de Europa durante más de 75 años, hasta que en 1925 se consideró inseguro y se cerró durante 41 años.
La historia del Teatro Real ha tenido sus altibajos. Entre los años 1925 y 1966, el edificio fue cerrado al público y convertido en una sala de conciertos conocida como el Teatro Monumental. Durante este periodo, el edificio sufrió varias renovaciones destinadas a adaptarlo a las nuevas necesidades técnicas y estéticas del momento. El teatro reabrió sus puertas como casa de ópera en 1966, pero enfrentó nuevamente dificultades que llevaron a su cierre en 1988 para una renovación más exhaustiva. La reapertura final se llevó a cabo en 1997, y desde entonces, el Teatro Real ha funcionado ininterrumpidamente, recuperando su papel como una de las principales casas de ópera de Europa.
Desde su reapertura en 1997, el Teatro Real ha adoptado una postura decididamente moderna y progresista en su programación y en su gestión. Se han incorporado tecnologías avanzadas en la escenografía y en la producción de óperas, y la institución ha abierto sus puertas a géneros y formatos contemporáneos, incluyendo óperas de nueva creación y colaboraciones con teatros y compañías internacionales. Además, ha habido un esfuerzo por acercar la ópera y el teatro a un público más amplio y diverso a través de iniciativas educativas y de divulgación.
La segunda entrada, situada en la Plaza de la Ópera es la que vemos en la siguiente foto:
Por la calle de la derecha, se va hacia el monasterio de la Encarnación, que hemos mencionado más arriba. La Estatua de la Plaza de la Ópera representa a la reina Isabel II de España.
El Teatro Real está considerado como la primera institución de las artes escénicas y musicales en España, situándose como ópera nacional de referencia y como una de las principales instituciones culturales españolas. La institución goza además de una significativa proyección internacional. En los últimos años ha recibido numerosos reconocimientos, destacando el International Opera Awards.
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