Teatro romano de Cartagena (Cávea)

Cávea del Teatro romano de Cartagena. Parte derecha.

Teatro Romano de Cartagena. Vista de la Cávea. Cartagena. Murcia. España.

El diámetro de la cávea es de 87,6 metros, con una capacidad de unos 7000 espectadores, siendo uno de los mayores de la Hispania romana, sólo superado por el de Corduba con una cávea de 124,3 metros, el de Gades con 120 metros, el de Caesaraugusta con 107 metros y el de Clunia Sulpicia con 91 metros. Estaba excavado casi totalmente en la roca, aprovechando la ladera norte del monte del castillo de la concepción, correspondiendo al tipo clásico de teatro apoyado en ladera, en la que quedan recortadas las partes inferior y central de la cávea, si bien los cuerpos laterales del edificio se apoyarían en galerías abovedadas.

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Teatro Romano de Cartagena

Teatro Romano Cartagena

Teatro Romano de Cartagena. Vista parcial de la cávea. Al fondo se ve los restos de la Catedral de Santa María la Vieja.

“En el año 44 a.C. la ciudad alcanza el rango de colonia romana, recibiendo el nombre de Colonia Vrbs Iulia Nova Carthago (C.V.I.N.C), el emperador Augusto comienza con un ambicioso plan de romanización y urbanización de la ciudad, dotándola, además del teatro, con un gran foro. El teatro se dedica a Lucio y Julio César, nietos del emperador, y cuyos nombres podemos leer en dos grandes dinteles de mármol gris que hay sobre los accesos este y oeste. Para su realización se emplearon calizas, mármoles, areniscas y travertino rojo para las columnas. El mármol blanco que aún conserva procede de Grecia y seguramente estuviera tallado en talleres de Roma antes de traerlos a la ciudad.

Para su construcción se excavó en la roca del cerro de la Concepción, donde se situó su cávea, con diámetro de 87,6 metros, por lo tanto responde al tipo clásico que teatro que aprovecha la ladera, el resto de sus construcciones siguen el modelo propuesto por Vitrubio: frente escénico con doble columnata; orchestra, el semicírculo delante de la escena; cávea donde se sentaban los espectadores según su rango social; proscenio el espacio de delante de la escena y el pórtico de detrás de la escena, es decir un patio porticado. Su decoración escultórica estuvo realizada en el citado mármol blanco y se ha conservado gracias a que muchos fueron reutilizados como material de construcción en un mercado tardo-romano (siglo V). Entre las piezas, destacan: tres altares de forma circular que estaban dedicados a la Tríada capitolina (Júpiter, Juno y Minerva) y al cortejo de Apolo (las Gracias, las Musas y las Horas); una estatua del propio dios tocando la cítara, capiteles corintios y un bajo relieve dedicado a Rea Silvia”.