Tumba de Napoleón, Les Invalides (II): las «victorias» del emperador (parte II)

Continúo con el examen de la tumba de Napoleón y sus victorias que comencé ayer.

Las victorias de Napoleón: la educación. Hôtel des Invalides. París.
Las victorias de Napoleón: la educación. Hôtel des Invalides. París.

La siguiente «victoria» se refiere a la educación debido a la modificación que realizó Napoleón en esta materia. En el lado izquierdo, una figura femenina señala la palabra «plutocracia» («plutarquie«), debajo de la que se han incluido los nombres de grandes pensadores (Artistóteles, Cicerón, Xenofonte o Virgilio). El emperador, de nuevo retratado como héroe clásico (torso desnudo y con la corona de laurel) y sentado en un trono, tiene a su lado a un niño desnudo y debajo de sus pies pone la leyenda «Decret du X Mai MDCCCVI. Il será formé sous le nom d’Université Impériale. Un corps chargé exclusivement de l’enseignement et l’éducation publics dans tout l’empire» o, lo que es lo mismo, «Decreto de 10 de Mayo de 1806. Él será formado bajo el nombre de la Universidad Imperial: un cuerpo encargado exclusivamente de la enseñanza y la educación públicas en todo el Imperio«.

Si consultamos el texto del mencionado Decreto, contiene precisamente la misma frase esculpida como leyenda de este relieve. Se incorporan las distintas universidades creadas como consecuencia de la Revolución francesa (incluida teología, derecho o ciencias) y se incorpora el trío de diplomas (baccalauréat, licence, doctorado). Como vemos, en esta ya señala la existencia del Imperio: no en vano Napoleón se había coronado emperador en presencia del Papa en Nôtre Dame el 3 de diciembre de 1804 como pintaría después Jean-Louis David. Por eso, se usa ya el calendario revolucionario como sí se hacía en otras «victorias» anteriores.

Las victorias de Napoleón: el Tribunal de Cuentas. Hôtel des Invalides. París.
Las victorias de Napoleón: el Tribunal de Cuentas. Hôtel des Invalides. París.

Ahora bien, resulta divertido que se considere como victoria el que se enseñe a los niños que la plutocracia (el gobierno de los más ricos) sea el régimen político correcto, especialmente después de la superación del Antiguo Régimen y del Terror. Si por algo se caracterizó Napoleón es precisamente por no ser rico, sino que su ascenso al poder se produjo, como dijimos ayer, por su habilidad política, su formación y por su evidente genio militar. Por tanto, Napoleón nunca hubiera llegado al poder (o lo hubiera tenido muy difícil) si antes de alcanzarlo, el régimen hubiera sido efectivamente ese.

Pasamos así a la siguiente «victoria«: el Tribunal de Cuentas. El emperador es retratado prácticamente en la misma postura que tiene en el caso anterior. En este caso, más que las figuras de los lados, es interesante la leyenda: «Cour des comptes Loi du XVI septembre MDCCCVII» (Tribunal de Cuentas, Ley de 16 de septeimbre de 1806). Y debajo: «Je veux que par une surveillance active, l’infidelité soit reprimée et l’emploi legal des fonds publics garanti«. O lo que es lo mismo: «quiero que por una vigilancia activa, la infidelidad sea reprimida y el empleo de los fondos públicos garantizado».

Las victorias de Napoleón: Industria y Comercio. Hôtel des Invalides. París.
Las victorias de Napoleón: Industria y Comercio. Hôtel des Invalides. París.

Una pena que esto no se extendiera al resto del «Imperio» y sus generales, funcionarios y demás calaña «revolucionaria» fueran condenados por robar lo que no era suyo y que en muchos casos era patrimonio real o público. De hecho, según el historiador Paul Wescher, el expolio napoleónico representó «el mayor movimiento de obras de arte de la historia», que también resultó en varios daños a las obras, afirmando que «es difícil establecer exactamente cuántas obras de arte de valor único se destruyeron o se perdieron en esos días». Es curioso que de este expolio personajes como el actual Ministro de Cultura Urtasun no se acuerde pero hable de «superar el marco colonial» en los museos españoles actuales. Debe ser que los expoliadores franceses lo hicieron porque respetaban mucho a los habitantes de los territorios ocupados y no los consideraron como una colonia de sujetos medievales a los que tenían que «modernizar«. De hecho, muchas de esas obras siguen en museos franceses e ingleses (sí, también se llevaron lo que pudieron, en algún caso con el consentimiento de Fernando VII, el pero rey de toda la historia de España y uno de los peores de la Humanidad). Precisamente, el que el Tribunal de Cuentas no actuase en esos países, en donde sin embargo, puso de marionetas a sus inútiles y ladrones hermanos (Pepe Botella, te estoy mirando a ti), muestra precisamente el carácter de colonias o vasallos que tenían los territorios conquistados para el corso.

Las "Victorias" de la Tumba de Napoleón. Hôtel des Invalides. París.
Las «Victorias» de la Tumba de Napoleón*. Hôtel des Invalides. París.

La siguiente «victoria» se refiere a la industria y al comercio. En esta a nuestra izquierda se representa la industria, señalando como tal victoria a la exposición quinquenal de productos, instituida por Decreto de 6 de mayo de 1801 y a institución de precios decenales según regulación de 24 fructidor del año XX (o lo que es lo mismo, 11 de septiembre de 1804, anterior a su coronación como emperador y, por tanto, aún con el calendario revolucionario) y debajo la frase «la veritable industrie ne consiste pas à executer avec tous les moyens connus et donnés l’art, le génie est d’accomplir en dépit des difficultés et de trouver para la peu ou point d’impossible«. En español, significa que «la verdadera industria no consiste en ejecutar con todos los medios conocidos y donados el arte, el genio consiste en completar(los) a pesar de las dificultades y de encontrar la solución incluso (aunque parezca) imposible«.

Las victorias de Napoleón: Victorias de beneficios duraderos. Hôtel des Invalides. París.
Las victorias de Napoleón: Victorias de beneficios duraderos (I). Hôtel des Invalides. París.

A la derecha de la figura del emperador, el comercio, más ligero de ropa que la industria, muestra como victorias, el Código de comercio (10 de septiembre de 1807) y el restablecimiento de las manufacturas de Lyon, los almacenes, cámaras de comercio, fábricas y exposiciones. Y añade: «le commerce libre favorise toutes les classes, agite toutes les imaginations, remue tout un peuple. Il est identique avec l’égalité et porte naturellement a l’independance«; lo que traducido significa: «el comercio libre favorece a todas las clases, agita todas las imaginaciones, remueve a todo un pueblo. Es idéntico (debido a la) igualdad y lleva naturalmente a la independencia«. No sé yo si habría mucha igualdad ante la Ley y de oportunidades en una plutocracia. Aparte, no veo yo que en los territorios conquistados se diera mucho comercio libre, porque obviamente como se señala en el propio relieve lleva a la independencia y eso sí que no lo quería el emperador ni su familia.

Las victorias de Napoleón: Victorias de beneficios duraderos. Hôtel des Invalides. París.
Las victorias de Napoleón: «Victorias de beneficios duraderos«. Hôtel des Invalides. París.
Las victorias de Napoleón. Hôtel des Invalides: "Victorias de efectos duraderos". París.
Las victorias de Napoleón. Hôtel des Invalides: «Victorias de efectos duraderos«. París.

Y llegamos al que sin duda el que más mueve a la hilaridad porque es bastante ridícula la leyenda que contiene. Pongo tres fotos para que veáis cómo es, porque de grande que es, no me fue posible hacer una foto entera (hay que recordar las Vitorias que rodean la tumba de Napoleón y que hacen que esos relieves queden en una galería, foto anterior*). A ambos lados del emperador, como siempre en plan héroe romano, dos ángeles (¡qué poco laico!) sostienen dos palmas de la victoria mientras muestran dos tablas con distintas obras públicas realizadas por el emperador (puertos, canales, puentes, trabajos hidráulicos, etc.). Pero debajo de sus pies, hay una inscripción que dice:

«partout ou mon regne a passé, il a laissé des traces durables de son bienfait«.

O lo que es lo mismo:

«Por todos los sitios por donde mi reino ha pasado, ha dejado huellas duraderas de su beneficio«.

Semejante declaración es como poco una exageración y, considerando la realidad de los hechos y sus consecuencias, es directamente una falsificación de los hechos en todos los territorios ocupados, pero especialmente en España, donde se realizó un sistemático expolio de todo lo que pudieron coger (joyas de la Corona española incluidas), llegando a profanar las tumbas del Cid y del Gran Capitán (a quien en vida no hubieran osado ni dirigirse de malas formas). En cualquier caso, la resistencia española perturbó especialmente a Napoleón que llegó a decir:

«Los españoles todos se comportaron como un solo hombre de honor. Enfoqué mal el asunto ese; la inmoralidad debió resultar demasiado patente; la injusticia demasiado cínica y todo ello harto malo, puesto que ha sucumbido«.

Y también:

La tumba del Rey de Roma. Hôtel des Invalides. París.
La tumba del Rey de Roma. Hôtel des Invalides. París.

«Cometí una torpeza porque no lo ejecuté por grados; acababa de despojar a la antigua dinastía de un modo ofensivo para los españoles, quienes heridos en su orgullo, no quisieron reconocer la que puse en su lugar, resultando que dejó de existir autoridad en parte alguna, o lo que es lo mismo que existiera en todas partes. La Nación en masa se encargó de la defensa del Estado, pues no había ejército ni autoridad«.

Si el mismo Napoleón hacía estas afirmaciones, lo de las huellas duraderas de su beneficio ya vemos donde queda.

La última foto es la de la tumba del hijo de Napoleón con la princesa María Luisa de Habsburgo, el llamado Rey de Roma, bajo la estatua de Napoleón Bonaparte como emperador:

Napoleón II falleció el 22 de julio de 1832 (21 años), afectado de tuberculosis, en el palacio de Schönbrunn (Viena).

En 1940 sus restos fueron trasladados, como gesto de buena voluntad de Adolf Hitler a Francia tras su victoria militar, desde Viena a la cúpula de Los Inválidos de París, junto a la tumba de su padre, el emperador. No obstante, su corazón todavía se halla en la Herzgruft de la Iglesia de los Agustinos de Viena.

Napoleón II Bonaparte. Wikipedia.

Todo ello con mi más sentido recuerdo a ese analfabeto cineasta que hace llamar Ridley Scott y que dice que, antes de ver su película, leamos un libro. Pues sí, va a ser que, tanto leer libros como ver museos, es bastante más interesante que su película, aunque haya sido nominada a la chachada esa que son los Óscars actuales. En la película ni siquiera sale España, cuando fue realmente la que dio la sorpresa. Pero claro, había que seguir con el rollo negrolegendario tan poco original. Eso sin contar con las ambiciones del resto de los países europeos que también tuvieron su responsabilidad en lo ocurrido.

NOTA: Aquí podéis ver más sobre la rapiña realizada por todos durante la guerra de la Independencia española. Qué admirable modernidad y qué luces repartieron.

Posts recomendados: Un lugar, una imagen, la tumba de Napoleón, del blog El Almendrón. Aunque no examina los relieves de la galería que rodea la tumba aporta detalles de interés para el tema tratado.